Transición Alimentación Sólida en Bebés – Entrevista a Natalia Celma

Sabemos que el paso de una dieta líquida a una dieta sólida en bebés es un proceso complicado y que a menudo genera muchas dudas en los papás y las mamás: «¿Lo estaré haciendo bien?», «¿Debemos ofrecerle más agua?», «¿Cómo sabemos que se ha saciado del todo?»…  Desde Babybae hemos contado con la colaboración de Natalia Celma, experta en dietética y nutrición (colegiada CAT294), además de mamá de dos criaturas, para aclararnos todas las dudas que nos han surgido en torno a la transición a una alimentación sólida.

¿Comenzamos? ¡Vamos con la entrevista!

 

ÍNDICE


¿Cuándo es buen momento para comenzar a darle alimentos sólidos a un bebé?

A partir de los 6 meses (si se trata de bebés prematuros se debe calcular la edad corregida) se puede empezar a ofrecer la alimentación con sólidos siempre y cuando se cumplan las siguientes premisas (todas):

  1. Que el bebé se aguante sólo/a con apoyo, es decir recostado encima de ti o sentado en la trona. No es necesario que sepa sentarse por sí sólo/a, simplemente debe poderse sostener sentado/a sin tambalearse hacia los lados.
  2. Que haya perdido el reflejo de extrusión. Este reflejo de seguridad se sitúa en las partes anteriores de la lengua y a medida que los bebés crecen se traslada a porciones posteriores. Cuando un alimento u objeto que no pueden gestionar entra en su boca se activa para moverlo a porciones anteriores o sacarlo de la boca y así poderlo gestionar mejor. Por lo tanto, sirve para prevenir atragantamientos. Si todavía está demasiado activo deberéis esperar a iniciar la alimentación complementaria porque le impedirá comer.
  3. Que el bebé coordine boca-mano-ojo, para poder coger la comida y llevarla a su boca (alimentarse por sí solo/a).
  4. Que el bebé muestre interés por la comida. Si no, no va a querer comer.

¿Con qué tipo de alimentos se puede comenzar primero?

A pesar de que todavía muchos profesionales de salud puedan recomendar iniciar con fruta o verdura o cereales sin gluten, la recomendación actual es que se puede empezar con cualquier alimento saludable, priorizando los que son de consumo habitual en la unidad familiar. Se puede elegir entre frutas, verduras y hortalizas, cereales (con y sin gluten), legumbres, huevos, carnes, pescados o alimentos grasos como frutos secos (debidamente adaptados) o aguacate. Según si el alimento es potencial alérgeno o no, la introducción se realizará de un modo u otro. Lo ideal es dar prioridad a los alimentos ricos en hierro, ya que los bebés a partir de los 6 meses empiezan a necesitar este mineral en más cantidad del que les aporta la leche materna. Así que yo recomiendo no tardar demasiado en ofrecer carne, pescado, huevo (si se consumen) y legumbres.

¿Qué alimentos son más sanos para un bebé?

Cualquiera que sea una materia prima y no esté procesado. Como comentaba en el punto anterior, cualquier fruta, verdura u hortaliza, cereal, legumbre, alimento rico en grasas insaturadas (cremas de frutos secos, harinas de frutos secos, aguacate…) o alimento rico en hierro (carne, pescado, huevo, legumbre), teniendo en cuenta que las fuentes de origen animal deben darse en su justa medida diaria (hasta los 6 meses:  20 -30g/día de carnes o 30 -40g de pescados o 1 huevo pequeño). Al final lo que debe ser “saludable” es la alimentación global, así que deberemos ofrecer variedad de grupos de alimentos a lo largo del día y variedad dentro de cada grupo. Es decir, no encasillarnos siempre en las mismas verduras, frutas, cereales…o en un solo grupo de alimentos nos permitirá prevenir déficits nutricionales y ofrecer mayor variedad de nutrientes. Es fundamental que nuestro peque pueda entrar en contacto con diversidad de alimentos para así mejorar la aceptación de alimentos en un futuro.

¿Qué alimentos se deberían evitar al comenzo de una dieta sólida?

Cualquiera que implique riesgo de atragantamiento:

  • Alimentos de textura dura y firme, como manzana o zanahoria crudas (o cualquier fruta que no esté madura). Mejor ofrecerlas cocinadas o bien ralladas cuando ya sepan hacer la pinza.
  • Alimentos cilíndricos, como frankfurts o salchichas (que además carecen de interés nutricional), o cómo los famosos palitos, bastoncitos, picos… Que, además, son muy ricos en sal.
  • Frutos secos enteros. Se deberán ofrecer en formato crema/mantequilla (de cacahuete, de avellana…) untados en pan. También, se pueden dar molidos (harinas de almendra…) o picados, como parte de alguna receta.
  • Alimentos esféricos, cómo arándanos, tomate cherry, uvas…se deben ofrecer cortados en lunas.
  • Alimentos gomosos o pegajosos, cómo gominolas.
  • Palomitas.
  • Sal (hasta el año) ni alimentos que la contengan (incluye pan normal, fiambre de pavo, jamón dulce, conservas, aceitunas…).
  • Azúcar y alimentos que lo contengan. Cuanto más tarde mejor. Incluye cualquier endulzante como panela, fructosa, ágave, arce… Y en especial la miel, que puede causar botulismo en menores de 1 año.
  • Verduras ricas en nitratos, como la borraja. En el caso de las espinacas, acelgas y remolacha se debe ajustar la cantidad en función de la edad y evitar en procesos gastrointestinales.
  • Pescados con alto contenido en mercurio, como el lucio, emperador, atún roja y tiburón.
  • Marisco con alto contenido en metales, como el cuerpo de cangrejo.
  • Carnes cazadas con munición de plomo.
  • Alimentos de origen animal crudos, por el riesgo de toxiinfecciones.
  • Bebida de arroz, tortitas de arroz o cereales de desayuno de arroz, por su alto contenido en arsénico.
  • Los lácteos (hasta el año).

¿Se producirán cambios en el bebé al cambiar a una dieta sólida?

Probablemente sí, pero cada niño y niña es distinto. Puede cambiar su frecuencia deposicional al inicio y también irás viendo que las heces se van transformando hasta parecerse a las de las personas adultas. Además debemos tener presente que las niñas y los niños pasan por distintas fases que pueden afectar a su forma de alimentarse (salida de dientes, enfermedades, estrés familiar…). Cuando se normaliza la situación, suelen volver a comer como antes.

Casi no bebe agua ¿Cómo sé cuánta agua necesita?

Seguir ofreciendo leche (materna o de fórmula) y que los alimentos no sustituyan las tomas es fundamental para no desplazar la lactancia ya que la leche va a ser su alimento principal hasta al menos el primer año de vida. Además, si sigue siendo a demanda les ofrece la hidratación que necesitan. El agua, que debemos ofrecerla cuando empiezan la alimentación complementaria, se puede incluir en las comidas principales, junto con el alimento sólido. Se recomienda respetar si el bebé muestra o no interés por ella y quizás probar diferentes recipientes para mejorar la aceptación. Hay bebés a quienes les encanta y otros que a los que no. Lo ideal es que puedan decidir si quieren o no y que no les forcemos.

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