¿Conoces el Método Kassing? Seguramente ya hayas escuchado este término, pero, ¿sabes realmente en qué consiste y cuáles son sus beneficios?
En el artículo de hoy vamos a presentarte las principales premisas de este método, ¡Vamos allá! 😊
El método Kassing surge como respuesta a la necesidad de ofrecer el biberón sin interferir en la lactancia del bebé, generando la conocida confusión tetina-pezón.
Sin duda, la mejor opción es la lactancia materna, pero si has decidido ofrecerle a tu bebé el biberón en lugar del pecho ¡esta es la mejor forma de hacerlo! ¿Por qué? Porque interfiere lo mejor posible, ya que se asemeja a la alimentación fisiológica del bebé.
En el mercado verás biberones de todo tipo, con tetinas y texturas especiales que buscan imitar lo máximo posible el pezón materno. Para fomentar esta similitud, te aconsejamos que pruebes con tetinas de látex, ya que gracias a su textura podrían tener una mayor aceptación en el bebé. También será recomendable que pruebes con biberones con flujo lento o de presión inversa.
En nuestra tienda Babybae podrás encontrar los biberones Everyday baby de diversos flujos, fabricados en cristal de Borosilicato de máxima calidad, recubiertos de una capa de silicona sensitiva muy agradable al tacto.
¿Y bien? ¿Cuál sería la pauta a cumplir con el método Kassing? ¡Toma nota!
Muchísimas veces hemos visto una posición horizontal del bebé, casi acostado, mientras se le da el biberón. ¡Debes saber que esta posición es incorrecta si queremos interferir lo menos posible! Lo ideal según el Método Kassing sería mantener la posición del bebé lo más vertical posible, mientras se coloca el biberón en posición horizontal, quedando a la altura de la nariz del bebé.
Con esta posición conseguimos que el bebé incline la cabeza hacia arriba, buscando la tetina, y que fomente el efecto de succión, regulando él mismo la velocidad y estableciendo su ritmo. Tras 15-20 succiones, retiraremos la tetina de su boca y esperaremos a ver su reacción (¿nos pide más?, ¿está calmado?), fomentando así la demanda de leche, sin forzarle. Si el bebé no ha quedado satisfecho del todo, repetiremos el proceso otra vez.
Será muy importante que, cuando coloquemos el biberón a la altura de su nariz, le rocemos con la tetina. Por ejemplo, podemos rozar su nariz, su comisura o su labio superior con el fin de que abra la boca y sea él quien busque la tetina.
Por otro lado, para ayudar al reflejo de succión del pequeño, colocaremos la tetina hasta el fondo de su boca, sin miedo, para que la lengua haga el estímulo que él haría con la areola.
¿Te ha parecido interesante este artículo sobre el Método Kassing? ¿habíais oído hablar de él antes? ¡Déjanos un comentario contándonos tu experiencia! Hasta la próxima 
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